FIRMA: Solis Colomer y Asociados Arquitectos
AÑO DEL PROYECTO: 2016
AREA: 350 m2
UBICACIÓN: Guatemala
FOTOGRAFIA: Marko Bradich
EQUIPO: Mauricio Solís, Roberto Melgar, Diego Castillo, Gustavo Lima, Francisco Velásquez, Edgardo Bastamente.
Entendimos que la casa debería aumentar la conciencia de vivir con “lo verde”, así que después de algunas investigaciones encontramos maravillosas pinturas “bucólicas” de grandes artistas barrocos que son tan importantes en la cultura latinoamericana. Son principalmente configuraciones negras o muy oscuras que contrastan con los verdes increíbles de la naturaleza. Ese contraste aumenta la belleza y el efecto mágico del bosque, que es lo que queríamos lograr cuando construimos una casa completamente negra que está inmersa en la naturaleza, a veces enfrente, en algún momento detrás de ella.
El segundo concepto es el diálogo geométrico entre las partes del edificio; siempre es nuestra intención tener formas muy simples, que representan las funciones más significativas de la casa, para que cualquiera pueda entender y relacionarse cómodamente con ellas
Una vez que tenemos el conjunto de partes simples, comenzamos a jugar con la “relación o diálogo” entre las partes y los espacios complejos entre ellas. Esto siempre nos ha interesado, ha sido una constante en nuestro trabajo, tratando de lograr un todo nuevo, interesante, rico y complejo, a través de un conjunto reconfortante de partes simples conocidas.
Como resultado, la casa está trabajada con un conjunto de cinco partes: tres cuerpos negros triangulares, como casas, y dos cajas de concreto completamente cuadradas. Todos forman dos jardines principales que protegen la intimidad de la vida familiar, al mismo tiempo que funcionan como “sets” como en un escenario para la vida al aire libre.
Pensada para una vida tranquila y alejada del bullicio de la ciudad, la casa destaca por una arquitectura simple y se entiende y relaciona cómodamente con su ambiente. Además transmite paz y serenidad. La arquitectura de la casa no trata de invadir la naturaleza, sino más bien la respeta y se fusiona con ella. Se utilizó una celosía con la intención de generar movimiento y para que las plantas se enreden de manera sutil pero a la vez divertida. La casa tiene un diálogo geométrico entre las partes de la edificación, nuestra intención es siempre tener formas muy simples, incluso ingenuas, para que cualquiera pueda entenderlas y relacionarse con ellas.
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